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Este fin de semana servidora ha cogido un catarro de estos que te tiran a la cama. Y a qué no saben quién ha estado al pendiente de mi salud todo el tiempo… No hay otro más que Ozzy mi adorable perro 🙂
Es increíble como los perros permanecen a tu lado sin importarles nada, las gatas se acercaban con curiosidad, pero en cuanto comenzaba a toser y sacar todo ese «mal rollo» salían más rápido que corriendo. El perro si sigue ahí a tu lado, no les importa que haya un estupendo sol que tomar, solo se bajan para comer y beber algo de agua y vuelven contigo.
Muchos dirán «Al perro le encanta estar acostado y harán hasta lo imposible por echarse un rato» En esto estamos de acuerdo, pero en estos casos hay que hacer la prueba y luego opinar, este fin de semana, estaba mi novio en casa y aún así prefirió seguir ahí conmigo. Pese a la oportunidad de estar echado al sol y cerca de su otro gran amor… Mi novio.
¿Huelen nuestro estado?
Creo que si, mi perro es de los que te avisa que tiene hambre, te lame la cara cada dos por tres intentando llamar tu atención y te rasca el brazo para jugar. Pero cuando estas enfermo no lo hace. Es más, ni busca a otro humano para hacerlo.
Esta a tu lado sin molestarte, te acompaña al baño y vuelve contigo a la cama.
Creo que si pudieran hacer más por nosotros lo harían.
Con mi experiencia, no tengo ninguna duda de que ellos saben que no estamos bien y es por eso que permanecen a nuestro lado hasta nuestra recuperación. Supongo que cada perro es diferente. ¿El tuyo permanece a tu lado?
Yo cuando estoy enferma y estoy tirada en el sofá pasando las horas, mi perra acude donde mi y viene siempre donde mi, no se marcha y me cuida mucho, me quiere mucho, está todo el rato mirándome y muy pendiente de mi para que no me pase nada málo. Es una gran suerte tener estos animales en tu propia casa que te quieren tanto y harían lo que sea por ti ¡son de lo mejor que te puede pasar!
Cuando me fracturé el pie, mi pequeño sabía perfectamente que algo no iba bien. Se sentaba conmigo en el sofá, le daba besitos a la férula de compresión… y cuando salíamos a pasear era como mi guardián, vigilando que no me cayera y aminorando el paso. Contar con estos angelitos es una bendición!