Existen numerosos perros que por algún motivo deciden marcharse del lado sus familias, muchos de ellos acaban en protectoras, perreras, nuevas familias, etc. Sus dueños una y otra vez tendrán que salir en su búsqueda y en casos extremos comparecer ante la policía intentando justificar su perdida para evitar posibles sanciones derivadas del abandono animal.
Les resumiré los principales motivos por los que un perro decide marcharse de casa y posibles soluciones para evitarlo.
-Instinto sexual: El perro macho sabrá que una hembra esta en celo a través de su olfato y hará lo posible e imposible para ir tras ella, de igual manera la hembra al ponerse en celo estará muy vulnerable y saldrá a buscar el macho sin pensarlo dos veces, éste es el motivo más fuerte y desesperado que llevará a nuestro perro/a a huir de casa sin percatarse de los peligros que acecha el cruzar una calle y acabar con sus propias vidas.
La solución sin ninguna duda para este tipo de «escapistas» es la esterilización quirúrgica permanente.
-El aburrimiento: Muchos son los perros que se escapan de casa para obtener nuevas aventuras y conocer nuevos sitios y olores, esto se debe a la rutina a la que lo tiene expuesto su dueño, los cortos paseos, los mismos sitios, hacen que el perro se aburra y decida marchar.
La solución eficaz sería estimularle con nuevos juegos, salidas largas y variadas, en caso de que realices actividades como caminar, correr, ir en bici podrías llevarle, son muy buenos compañeros.
-Los asustadizos: Este grupo de «escapistas» está compuesto por perros nerviosos e inseguros que al menor ruido salen corriendo a esconderse y en el peor de los casos huyen de casa buscando evadir aquel ruido, ya sea: fuegos artificiales, aspiradoras, máquinas, petardos, alarmas, etc. Algunos de estos ruidos suelen ser programados, por tanto, tienen solución. En días de petardos y fuegos artificiales intenta encerrarle en una habitación lo más alejada posible de la calle, al salir de paseo llévalo bien atado y por sitios de menor ruido.
-Celos: No es muy común pero algunos perros se marchan de casa tras la llegada de un nuevo animal o miembro de la familia, para estos casos, lo que haremos es estar pendiente del perro, tranquilizarlo e intentar hacerle más caso.
Ante todo tendremos que tener una previa preparación para evitar que el perro no se escape, nuestra casa debe de estar debidamente vallada, la puerta cerrada, asegurarnos que el perro posea el chip que ayudará a que la búsqueda en caso de fuga sea rápida, que el perro siempre lleve un collar a ser posible con una pequeña capsula en la que podemos introducir nuestros datos de contacto. Serán muchas las fugas que no podamos evitar, pero anticiparse a ellas si que podemos hacerlo.
Al regresar el perro a casa…
Aunque sea difícil evitaremos reñirle y muchos menos castigarle o atarle ya que el perro asociará el regreso con castigo. Tomaremos un respiro e intentaremos ignorar lo sucedido poniendo en práctica la solución a dicho problema tan molesto.