Se ve que a los gatos les gusta la música pero colocando algunos filtros, el volumen tendrá que ser de medio a bajo para que haga su efecto. Al parecer se decantan por la música clásica debido a que no tiene gran cantidad de disonancia.
El gato al ser un animal muy tranquilo le estresa los sonidos ya sea de perros, electrodomésticos, gritos, coches, etc. Por lo que podríamos ayudarlos a que se relajen mientras realizamos aquellas tareas tan fastidiosas para ellos.
En un refugio en San Francisco (USA) es muy común esta práctica; todo el día tienen música clásica en el recinto de los gatos. Así éstos llevan mejor los ruidos de las tareas de limpieza, ladridos de los perros y ruidos de visitantes. Los voluntarios comentan que hasta sirve de terapia para aquellos que se encuentran alterados porque los acaban de rescatar de la calle.
El volumen tiene su vital importancia ya que por mucho que sea música clásica el alto volumen es signo de intranquilidad y anti-relajación para este tipo de animales. Por tanto, habrá que colocar el volumen de la música bajo para que provoque buenas vibraciones en nuestros queridos gatos.
En el mercado podemos adquirir música especial para ellos con sonidos de pájaros, fuentes, entre otros. Son sonidos naturales que hacen que nuestro gato se relaje sea cual sea la situación. Por ejemplo una búsqueda en Spotify «Música para gatos» podremos encontrar muchas melodías especiales para esos oídos tan sensibles.
Así pues, después de probarlo, hemos comprobado que a Ozzy también le gusta y le relaja.