A muchos propietarios de perros/gatos nos resulta difícil elegir un Veterinario de confianza, un profesional que sea capaz de tratar a nuestro amigo cuando éste lo necesite, y que lo haga bien.
He aquí una serie de consejos que espero puedan ayudar a los que aún no tengan un veterinario de confianza:
Referencias: No hay nada más efectivo que las recomendaciones de amigos, propietarios de otros perros/gatos y porque no, buscar en Internet, ya que en la red podemos encontrar muchas páginas que se dedican a recopilar experiencias.
Primera impresión: Seguramente a todos nos ha pasado, que llegamos a «x clinica» y no nos gusta lo que vemos o por el contrario nos encanta. Observa todo muy bien, manera de hablar de los que te atienden, aseo del sitio, cómo miran a tu perro/gato, etc.
Comportamiento del Veterinario: En este punto es en el que más confío y les aseguro que no me ha fallado, cuando acudo por primera vez a un veterinario, abro muy bien mis ojos porque hay que analizar: ¿cómo coge a nuestro amigo?, ¿Pregunta su nombre?. Es decir, el grado de implicación de dicho profesional hacia nuestro amigo, de los diagnósticos rápidos hay que desconfiar.
Segundas opiniones: No hay que quedarse con lo primero que nos dicen, siempre podemos hacer una consulta rápida que nos permita contrastar opiniones y así comprobar que lo que nos dijo era verdad.
Pasión o dinero ¿Ambas?: Sé perfectamente que un profesional necesita y quiere ganar dinero, pero hay de todo en la calle, aquellos que se les ve que solo quieren un pago rápido y adiós, como también están aquellos que se dedican a ello porque les apasiona. Y un profesional que trabaja con pasión se nota.
Por último añado que no hay que dejarse llevar por la ubicación, hay que elegir bien, ya que es la persona que seguramente en muchas ocasiones tendremos que confiarle a nuestros queridos amigos. ¡Su salud es lo primero!